Descripción
Esta villa de estilo Catalán se encuentra en una tranquila y permanentemente vigilada zona residencial dentro del campo de golf de Perelada. En 1735 m2 de terreno, la propiedad ofrece 295 m2 de superficie habitable en dos niveles.
Se entra por la planta baja, la entrada da a un recibidor. A la izquierda hay la cocina de color blanco, de alta calidad y totalmente equipada, con salida a una terraza cubierta en la que se puede disfrutar desayunando. En frente del recibidor se encuentran la sala de estar y comedor con chimenea, ambos de techos altos con vigas de madera catalanas y a continuación una gran terraza con una cocina de verano. Aquí se disfruta de la vista al jardín que parece un parque. La derecha del recibidor da acceso al área de invitados con tres dormitorios y dos baños. En el segundo nivel se encuentra el dormitorio principal con baño y un gran vestidor.
La propiedad ofrece un confort generoso (no sólo para una estancia de larga duración sino también para las vacaciones). Es una inversión valiosa, con mucha privacidad y calidad de vida mediterránea. Aquí se vive con calma rodeado de vecinos internacionales, bajo del sol y en un ambiente de lujo.
La periferia de la villa está rodeada de céspedes cuidados, palmeras y árboles que dan sombra.
Uno de sus puntos más positivos es la piscina de 9 x 4,5 m de tamaño con una escalera semicircular. Terrazas diferentes, casa con piscina y un lugar con barbacoa invitan a divertirse y relajarse al aire libre. Detrás del jardín se extiende el campo golf con un pequeño lago. Dicho campo de golf ofrece 18 hoyos y Pitch&Putt. Desde el jardín de la villa hay un acceso propio al campo de golf y se llega directamente al hoyo 17. En el horizonte las cumbres blancas de los Pirineos resaltan contra el cielo azul acerado.
El campo de golf de Perelada está situado en la ciudad medieval de Perelada, que es conocida por su castillo y el famoso Festival Internacional de Música. Hay un casino, restaurantes conocidos y en el mismo resort del golf se encuentra el lujoso Vino Spa hotel de cinco estrellas. Todo es accesible cómodamente a pie en pocos minutos. Hasta el mar Mediterráneo con sus bahías innumerables y playas finas arenosas hay aproximadamente 20 kilómetros.
La vivienda tiene una calefacción central de gas, aire acondicionado, garaje y parking.
Peralada
Peralada ofrece un ambiente medieval combinado con lujo moderno, cultura y múltiples posibilidades para el relax activo. Engatusados por el sol mediterráneo, el castillo de cuento de hadas, las antiguas iglesias, el monasterio, los palacios urbanos y las estrechas callejas y plazas parecen una escenficación de cine histórico. El
visitante puede descubrir toda una serie de joyas de tiempos pasados.
Apróximadamente 500 años antes de Cristo, los íberos fundaron la primera población, protegida por un muro, donde hoy se encuentra el pueblo de Peralada. En el siglo IX, Peralada vive el tiempo de máximo esplendor. A lo largo de toda la Edad Media, Peralada era una de las principales capitales del Empordà.
De esta época restan todavía numerosos edificios y monumentos. El convento románico Sant Domènec, con un claustro del siglo XI, es el edificio más antiguo de Peralada. Dentro de sus muros, se encuentra la oficina de información turística y un museo con una interesante presentación multimedia sobre historia y cultura de la población.
La iglesia Sant Martí del siglo XVIII expone muestras de arquitectura románica, además de tener un interesante campanario gótico.
El convento del Carme del siglo XIV aloja el Museo Castillo de Peralada, con una de las colecciones privadas de arte más importantes de Cataluña, la colección
Suqué Mateu. También se pueden hacer visitas guiadas en las que se recorren la Biblioteca, con más de 80.000 volúmenes, incluendo la colección más completa de El Quijote con más de 1.000 ejemplares y una compilación de literatura erótica de gran valor. En la iglesia y el claustro, se pueden ver esculturas de madera, mayormente del monasterio Sant Pere de Rodes y de Besalú. El destacable Museo del Vidrio expone obras de la época de los faraones hasta el siglo IX, mientras que el Museo del Vino dispone de una antigua bodega donde aún hoy en día se elabora artesanalmente el cava Gran Claustre. Antiguamente, el castillo, erigido en el siglo XIV, era residencia de los condes de Peralada. En el siglo XVI, Felipe III concedió el título de vizconde a Francesc Jofre de Rocabertí, que transformó el castillo en un palacio residencial.
Vividores alrededor del mundo aprecian las cavas del Castillo Perelada, donde ya en el siglo XV monjes carmelitas producían vino. El 1923 Miquel Mateu Pla, un empresario barcelonés, compró el castillo y reanimó la tradición vinícola. Calidad, carisma y tradición han consolidado la bodega de Peralada entre las mejores del país. En la actualidad, es la familia Suqué-Mateu que dirige investigación, desarrollo y el labor intensivo en la mejora de sus productos. Gracias a los esfuerzos, los vinos y cavas gozan de un prestigio que les ha situado en las mejores mesas del país y del extranjero.
Durante los meses de julio y agosto, tiene lugar el importante Festival de Música Castell de Peralada en los románticos jardines del castillo, acogiendo cada año a un gran número de artistas reconocidos nacional e internacionalmente.
El Casino del Castillo de Perelada figura entre los casinos más impresionantes del mundo, ofreciendo bares, restaurantes, salas de conferencia y de juego magníficamente decorados.
El Club de Golf Perelada impresiona por su ubicación en un maravilloso paisaje a pie de los Pirineos, sólo 15 kilómetros del mar. Dispone de un magnífico recorrido de 18 hoyos, par 71, apto para todo tipo de jugadores, además del pitch&putt de nueve hoyos, tres zonas de putting green, una escuela de golf y un pro-shop.
El Hotel Golf Peralada invita a relajar en un ambiente lujoso y ofrece el único Wine Spa de Europa para combatir el estrés diario. El restaurante del hotel sirve delikatessen regionales como pato con gambas o carne de cordero, acompañados por los mejores vinos de la zona.
Para conocer Peralada, hay que tomar tiempo. Lo mejor es deambular por las callejas antiguas, disfrutando el ambiente medieval con un tarde desayuno en una de las plazas o en uno de los cafés al lado del castillo; o dar un paseo por el maravilloso parque, saludando el cisne bajo la fontana; o hacer un cursillo de golf en el club; o tomar un baño de vino; o gozar de la excitante experiencia del azar en el casino; o concluir la noche con una cena opulenta en uno de los restaurantes.