Descripción
Esta propiedad encantadora está situada en el corazón de un pueblo auténtico y popular cerca de las playas más bonitas del golfo de Rosas. Aquí – a sólo 4 kilómetros del mar – se puede disfrutar de paz y tranquilidad durante todo el año en un clima mediterráneo.
En el pueblo hay una pequeña tienda con las necesidades diarias, y con frutas y verduras frescas de la región. En el bar de la plaza se puede tomar un café y encontrarse con los vecinos antes de recoger el correo. En unos 10 minutos se llega a la amplia playa del golfo de Rosas. El pueblo vecino cuenta con farmacia, supermercado, muchos restaurantes acogedores y pequeñas tiendas; se puede llegar en 5 minutos en coche o 15 minutos en bicicleta. A la estación del tren de alta velocidad (AVE) de Figueres, se tarda unos 15 minutos en coche. Desde aquí se puede llegar a la metrópoli catalana de Barcelona en menos de una hora o a la capital de la provincia de Gerona en 10 minutos. En invierno, las blancas cumbres de los Pirineos en el horizonte, detrás del pueblo, invitan a esquiar. La primera estación de esquí está a sólo 1,5 horas de distancia y ofrece un cambio de la vida en la playa. Casi todo el año el mar atrae la navegación, el kitesurf o el surf. Así que siempre hay mucha diversidad si se aburre en su propia piscina.
Torroella de Fluvià
El pueblo de Torroella de Fluvià impresiona con contrastes: el encanto de los muros de piedra de las masias catalanas también ha atraido a muchos que han comprado casas de vacaciones o residencias para toda la familia. El encanto de la tradición – combinado con un interio de diseño elegante – complementado con equipamiento moderno. En todos los lugares, se ve la combinación perfecta de tradición y modernidad, de nuevo y antiguo.
Se vive una sinfonía de paz y alegría. Relajarse en la piscina o caminar por el paisaje hermoso. La piel respira, el cuerpo se siente más joven.
¡La playa de Sant Pere Pescador está a sólo diez minutos de Torroella de Fluvià! Punto de ventaja: toda la playa de Sant Pere Pescador está protegida, es sus alrededores sólo se encuentran algunos campings. No se permite ninguna construcción y es un paraíso para los surfistas y kitesurfistas. Los que viven en Torroella de Fluvià o pasan sus vacaciones allí, pueden libremente elegir entre el barullo que pueden ser los meses de verano o la calma del pueblo.
En el pueblo pequeño – a pocos kilómetros de la bahía de Roses – uno está conectado a tierra. Hierbas silvestres huelen al borde de la calle. El río Fluvià – que dio nombre al pueblo – corre de los Pirineos al mar, pasando por prados verdes y campos. Ya los privilegiados del pasado sabían apreciar el lugar idílico, como testifican las mansiones antiguas y un castillo con vistas al mar.
En Torroella de Fluvià se ha mantenido un pequeño paraíso. Los campesinos cultivan sus campos. Las mujeres del pueblo se reúnen cada día en la pequeña tienda de la esquina y en la fiesta del pueblo bailan todas las generaciones, los residentes e invitados, los locales y los recién llegados de todo mundo juntos al ritmo de una banda en vivo en la plaza frente al Ayuntamiento.
Cada fin de semana se puede, en la plaza del pueblo, tiene lugar en el mercado de pulgas donde a veces se encuentran verdaderas joyas o una decoración caprichosa.
Torroella de Fluvià también está muy cerca de los Aiguamolls – el famoso santuario de aves en la desembocadura del Fluvià. El Parque Natural de los Aiguamolls del Empordà es una de las zonas húmedas más famosas y bellas de Cataluña. En Aiguamolls, se puede observar aves raras, seguir con las miradas las cigüeñas y garzas en el cielo o simplemente pasear por la naturaleza hasta que se llegue a playas desiertas, donde se puede recoger trozos de madera y conchas marinas.
