Joya con vista al mar, Roses
Con vistas al mar: En venta Atico en Roses.
Casa Blanca: Espectaculares vistas al mar
Canyelles Roses – villa exclusiva con ...
Roses – nuevo proyecto Modelo: Roda
Roses – nuevo proyecto Modelo: Requese...
Roses – nuevo proyecto modelo Colera
Roses – Nuevo proyecto de construcción...
Casa con vistas fantásticas al mar, situada ...
Hotel Apartamento con espectaculares vistas ...
Información de rosas
Roses - Vistas al mar
Hasta los años cincuenta Rosas era un pueblo de pescadores. Después llegó el boom turístico a la Costa Brava y con él estalló Rosas. En la actualidad las urbanizaciones están por todo Rosas y alrededores y las colinas y bahías son la residencia de verano de muchos ciudadanos y europeos del norte.
Rosas tiene una población de aproximadamente 15.000 habitantes, entre los que hay que contar una gran mayoría de extranjeros que han encontrado aquí su manera de vivir o disfrutan de su jubilación. En verano, las cifras aumentan a 90.000 habitantes. Todo es color y gente por doquier.
La demanda de inmuebles en las colinas de Rosas crece vertiginosamente. Los precios son cada vez más altos y las nuevas construcciones no cesan. Como en Puig Rom, donde construyen casas unifamiliares exclusivas con piscina y vistas al mar.
Las residencias de lujo con vistas realmente espectaculares al mar no bajan de 1 millón de Euros. Desde el faro, a pie por el Camino de Ronda se puede ver bien el impetuoso escenario de la costa de la bahía de Rosas.
El faro de Rosas
En 1921 se colocó en el faro de Rosas una lámpara de 500 vatios. Desde entonces, cada noche ilumina la costa desde sus 38 metros de distancia del mar y cerca de las rocas “La Bateria”. Está situado un poco por debajo de la fortaleza militar Trinitat, originaria del siglo XVI.
Frente a Canyelles Petites sobresale un islote pequeño formado por varios arrecifes, los llamados “brancs”. Gaviotas y cormoranes descansan aquí para secar sus plumas al sol.
Bahía de Almadraba
En Canyelles Petites está el único hotel de cinco estrellas de la parte norte de la Costa Brava: el “Vistabella“, con su exquisito restaurante “Els Brancs”. Entre Canyelles y la playa de Almadraba aparecen dos puntas rocosas que se pierden en el mar, las llamadas “punta de l’Omella” y “punta de l’Ullastrell”. Este es el lugar preferido para los pescadores. El final del trayecto de la excursión es la bahía de Almadraba con más de 400 metros de playa de arena.
Nuevo puerto deportivo
Nuevo puerto deportivo fue inaugurado en junio del 2004. Aproximadamente unas 400 embarcaciones, barcos y yates de hasta 35 metros de longitud tienen aquí su amarre, hay amarres disponibles para alquiler y para embarcaciones en tránsito.
Camí de Ronda
Desde el faro, a pie por el Camino de Ronda se puede ver bien el impetuoso escenario de la costa de la bahía de Rosas. Almadrava, Punta Falconera, Búnquer, Cala Lladó, Cala Murtra, Cala Rostella, Cap Trencat, Cap Blanc, Playa del Calís, Cala Montjoi, Masía de Montjoi de Baix, Masía de Montjoi de Dalt, Bao, Cap Norfeu …
Los caminos de ronda son una serie de itinerarios que bordean las calas de la Costa Brava y que en el pasado eran utilizados por contrabandistas y por agentes de vigilancia. Se han recuperado como rutas muy agradables de senderismo, ya que pasan por algunos de los lugares más emblemáticos de la costa gerundense y ofrecen hermosas vistas de las calas.
Si estás en buenas condiciones, puedes continuar el Camí de Ronda desde aquí:
Punta Falconera – Cala Lladó – Cap Trencat – Cala Murtra – Cap Blanc – Cala Rostella – Aproximadamente a 1 Km del inicio se llega a la punta Falconera, que recibe su nombre por la presencia hace unos años de halcones. Esta punta fue ocupada por militares hasta principio de los años noventa por su interés como enclave estratégico con dominio visual de la bahía de Roses. Fruto de este uso, hay toda una red subterránea de galerías y pasadizos que afloran a la superficie a través de búnquers, en los cuales se pueden ver las salas de las baterías de tiro y las aberturas por donde sobresalían los cañones.
Pasada la punta Falconera, el camino sube y baja en función del relieve abrupto, pasando entre pinadas, acantilados y diversas calas de identidad contrastada. La primera es cala Lladó. De su cantera, aún visible, se extraía mármol que se transportaba a Roses por mar. Aún se puede ver el embarcadero y la rampa por donde se bajaba la piedra.
Pasando por el Cap Trencat, que recibe el nombre gracias a la fragmentación de rocas que han ido desprendiéndose y cayendo al agua, llegamos a cala Murtra (considerada nudista), que recibe el nombre de la vegetación de mirto predominante en el paraje. Atravesando el Cap Blanc llegaremos a Cala Rostella. Delante de este tramo de costa hay numerosas rocas sumergidas a escasos metros de la superficie del agua llamadas baos. Han sido causa, de abarrancamientos y hunten dimientos de barcos comerciales y de recreo, hoy un atractivo para los submarinistas.